La punta de lanza de nuestros laboratorios es la capacidad de estudiar y desarrollar materiales 2K utilizables en los diferentes mercados en los que operamos.
Los nuevos compuestos específicos para el sobremoldeo se desarrollan gracias a herramientas avanzadas como:

Mediante el uso de una prensa de bi-inyección, el operador obtiene muestras en las que la parte blanda, el TPE, se sobremoldea sobre la rígida. A continuación, mediante el dinamómetro, se realiza una prueba de adhesión (peeling test) que mide la fuerza necesaria para separar la parte rígida de la blanda. Esto permite evaluar el nivel de adhesión química entre los dos materiales de acuerdo con la norma VDI2019.

La inversión más reciente en nuestros laboratorios está destinada a ampliar nuestros conocimientos sobre la reología de los compuestos. Para ello, optamos por introducir un reómetro capilar, un aparato diseñado especialmente para medir la viscosidad y otras propiedades reológicas de los materiales poliméricos.

Las condiciones de prueba obtenidas con este instrumento responden a las necesidades reales productivas y laborales de nuestros clientes, como las de moldeo por inyección y extrusión. De esta forma, conseguimos optimizar los procesos de transformación de nuestros compuestos elastoméricos.

Finalmente, hemos decidido invertir en una mini extrusora de doble husillo corrotante de laboratorio (20mm) que permitirá acelerar los tiempos y reducir los residuos para la investigación y el desarrollo de nuevos compuestos.

La línea, estructuralmente idéntica a nuestras líneas de producción, permitirá producir compuestos en pequeñas cantidades y en tiempos muy rápidos. Esto será posible simulando de manera óptima el comportamiento de las líneas de producción más grandes, lo que nos permitirá ser aún más rápidos y flexibles a la hora de responder a las nuevas necesidades del mercado.